La flacidez del rostro depende en gran medida de la cantidad de colágeno que tenga nuestra piel. Si bien es cierto que la flacidez del rostro (o la falta de ella) depende de cada organismo en particular (tipo de alimentación, genética, etc) lo cierto es que el organismo comienza a producir menos cantidad de colágeno a partir de los 25 años de edad.
Por esta razón a partir de esta edad podemos comenzar a ocuparnos de prevenir la flacidez del rostro ¿Cómo hacemos esto? Sigue estos tips para evitar la flacidez en el rostro.
Tonificar los músculos del rostro
Esto lo podemos conseguir realizando masajes faciales utilizando aceite hidratante. No uses crema humectante pues los masajes deben realizarse con el rostro lo más hidratado posible y esto sólo se logra con un aceite corporal.
Las facciones del rostro comienzan muy lentamente a “caerse”. Sí, así como lo lees, el rostro comienza (por gravedad y falta de tonicidad) a deslizarse hacia abajo. Para contrarrestar esto realiza masajes diariamente llevando desde el mentón la piel en dirección hacia arriba (hacia la sien o frente). De este modo comienzas a activar nuevamente los músculos faciales. Haz estos ejercicios durante 10 minutos al día.
Eleva los párpados con masajes. Puedes hacer esto mismo con los párpados (que poco a poco comienzan también a deslizarse hacia abajo cerrando la mirada).
Incorpora alimentos ricos en colágeno
Ya que nuestro organismo no produce la misma cantidad de colágeno que hasta los 25 años, es fundamental “ayudarlo un poco” para que nuestro rostro recupere la tonicidad.
Incorpora semanalmente al menos dos porciones de estos alimentos.
- Carnes
- Pescados
- Gelatina
- Verduras
- Alimentos con alto contenido en azufre
- Frutas ricas en vitamina C
Se ha comprobado que el tabaco daña el colágeno de la piel, ayudando a que el proceso de envejecimiento se acelere rápidamente.
Evita la exposición al sol prolongada o sin protección solar
Esto dificulta la acción del colágeno sobre nuestra piel.
Disminuye el consumo de azúcar
No estamos diciendo que elimines la cantidad de azúcar diaria recomendada. Sólo que evites el exceso ya que el exceso de azúcar acelera el envejecimiento de la piel tras un proceso llamado glicación.
Sonríe más
Por último te recomendamos que sonrías más veces al día. Mira alguna película de comedia o intenta leer algún buen chiste. La risa libera endorfinas y ayuda a trabajar los músculos faciales de manera natural.
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