Cansancio, cambios de humor, dolores de cabeza, ansiedad, retención de líquido, obesidad, celulitis o pérdida de la memoria son algunos de los síntomas que pueden estar indicando que tu organismo necesita una detoxificación y drenaje.
¿Qué es la detoxificación?
La detoxificación es un proceso de limpieza o drenaje de sustancias tóxicas que acumula nuestro organismo con el paso de los años.
En otras palabras, nuestro organismo se enfrenta a miles de toxinas de forma diaria que ingresan a nuestro torrente sanguíneo. Luego, el hígado es el encargado de depurar y convertir estas toxinas en energía. A continuación son los riñones los encargados de eliminar, vía urinaria, las toxinas que ya no sirvan como alimento o energía para el organismo.
Pero ¿Qué ocurre si nuestro hígado trabaja de manera defectuosa? En este caso, no es posible que filtre de manera correcta las toxinas. Esto produce una leve pero constante intoxicación en todo nuestro organismo.
A modo preventivo es recomendable realizar un tratamiento de detoxificación 2 veces por año.
Si acaso presentas alguno de estos síntomas antes mencionados y de forma repentina, entonces puedes estar en presencia de una intoxicación de tu hígado.
Por eso te sugerimos realizar una detoxificación hepática.
¿Cómo realizar una detoxificación hepática?
- Consume jugos naturales de frutas. Que no tengan conservantes.
- Eleva el consumo de frutas ricas en vitamina C, como los cítricos, el kiwi, papaya, mangos, toronja, etc.
- Evita las comidas con grasa, frituras o enlatadas (esto sobrecarga y fuerza el funcionamiento de tu hígado)
Si no padeces de problemas estomacales te proponemos el siguiente truco:
Drenaje detox con jugo de limón.
El limón es el aliado nº 1 para favorecer la limpieza de las toxinas corporales, puesto que ayuda a que el hígado funcione correctamente.
- Exprime ½ limón y bebe (solo o con ½ vaso de agua fría) todas las mañanas antes del desayuno. Si acaso el limón resulta ser muy agresivo para tu estómago, puedes beberlo luego del desayuno o del almuerzo.
- Hazlo todos los días durante 30 días.
- Si tienes acidez suspende el tratamiento y consulta con un médico de tu confianza.
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